PATMOS (GRECIA)
A mediados de septiembre de 2019
A cuatro horas de navegación y después de cubrir 50 millas desde Kusadasi a orillas de la costa turca, arribamos a la isla griega de Patmos. El barco queda anclado en medio de la bahía. Una barcaza nos conducirá al pequeño puerto que se abre a la carretera y la plaza principal del pueblo con terrazas sombreadas y bares. Las calles que recorren la población por detrás de la plaza aparecen tranquilas acogiendo algunas de ellas establecimientos hoteleros, tiendas de regalos y restaurantes o bares con sus pequeñas terrazas y mesas en la calle. Es un pueblo acogedor y tranquilo. A medida que ascendemos por sus callejuelas de casas encaladas y pintadas en azules marcos de puertas y ventanas se va abriendo la vista a su amplia y bien recogida bahía con toda la luz del Egeo y los colores cálidos de la tarde. En lo más alto, ya a las afueras, destacan los restos de una acrópolis. Al otro extremo del puerto vemos extenderse una pequeña playa que cierra otro pequeño puerto deportivo y discurre paralela a la carretera. Algunos veleros de hasta tres mástiles reposan amarrados a la orilla. Desde la playa de arenas finas y doradas, al fondo del golfo, se divisa todo el conjunto urbano de Patmos. Es una tarde de temperatura agradable sin que moleste el calor y el agua invita al baño de algunos bañistas. Todo es apacible y sereno.
En lo más alto de la montaña que circunda Patmos distinguimos las casas blancas agrupadas al pie del monasterio de piedra oscura de la ciudad de Chora. En algún punto de la ladera se encuentra la cueva de San Juan Evangelista, que da nombre al monasterio, y donde dicen que el santo dio escritura al libro del Apocalipsis. Sea cierto o no, el lugar no parece el más indicado para inspirar el final de los tiempos y más bien parece empujar a la contemplación y la sensación de paz. Pero eso –imagino- es cosa de cada cual, su percepción del espacio, el mundo y quién sabe qué otras circunstancias.
En mitad del golfo y el sosiego de las aguas y la tarde, el barco espera.
González Alonso
Enlace a: Otras fotos de Patmos