Geras de Gordón, el faedo de la Boyariza y la foz del Palanco
El antiguo concejo de Gordón reúne hoy día 17 enclaves de población irregular con la capital municipal de La Pola de Gordón. Cada pueblo se encuentra apostado en un entorno natural y montañoso de singular belleza. Primeramente con una economía sustentada en la ganadería y la agricultura de subsistencia y luego, con la llegada del ferrocarril, en las explotaciones mineras del carbón, llegó a alcanzar su mayor número de habitantes en los años 60 del pasado siglo XX. A la actividad agropecuaria en retroceso y la del carbón en auge se sumaba el atractivo de su clima veraniego, sano y soleado, para numerosos visitantes, madrileños y –sobre todo- de las vecinas tierras asturianas. En La Pola se construyó el Preventorio o Casa Infantil Covadonga que alojaba tandas de niños y niñas asturianos por turnos de tres meses, y funcionó durante años un hospital o casa de acogida para tuberculosos.
Hoy día, desmantelada la antigua actividad ganadera y cerrada definitivamente la industria del carbón, el concejo gordonés se debate en la encrucijada de la búsqueda de un futuro para sus gentes que, poco a poco, van abandonando el territorio.
La declaración del espacio geográfico gordonés como parte de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, el río principal que vertebra este concejo y los de Villamanín y La Robla, puede ser una oportunidad y un punto de partida para el desarrollo en la explotación sostenible de sus recursos y la puesta en marcha de actividades vinculadas al ecoturismo, deportivas de montaña y la ganadería y sus productos. Ya en los tiempos pasados se dispuso de fábrica de harinas y fábrica de quesos que alcanzaron cierto renombre. Sigue leyendo