No puedo pretender que esto sea un libro de viajes, que para ello habría que viajar, y mucho. Pero estaré encantado de comentar lo que de interés encuentre en las diferentes salidas, cortas o largas, para entretenimiento de quienes gusten de ello.
El paso por los lugares acaba convirtiéndose en un paso por nuestra propia vida. No podemos dejar de mirar las cosas más que con los ojos de nuestra experiencia y la idea que poseamos del mundo. Incluso la misma ciudad visitada otra vez en una segunda ocasión tiempo adelante, 
nos resultará diferente. No es que la ciudad haya cambiado demasiado, pero el visitante sí, y también los ciudadanos que la habitan y dan color. Por eso, finalmente, viajar es un acto de reflexión y conocimiento personal. Odiseo lo comprendió perfectamente en su viaje de vuelta a Itaca, a donde llegado finalmente pudo comprobar en qué gran medida era distinta y le resultó extraña, obligándole a conquistarla de nuevo. En cierto modo, todos somos por naturaleza un poco odiseos.
No es un libro de viajes, ni una guía. Solamente la mirada curiosa de algunos rincones en los que se nos esconde el alma. En el tramo o tramos compartidos de este recorrido, celebraré tu compañía. Salud.
Julio González Alonso
Viajar Ver Vivir 