Menorca 2022.- Binibeca
Hacia 1972 se termina de construir el poblado de Binibeca. El nombre está formado por el prefijo “bini”, de origen árabe, que significa “hijo de”, seguido del nombre del familiar. En principio parece ser que se intentó crear un lugar sosegado al lado del mar destinado a intelectuales, bohemios, artistas y escritores. Pero de la idea inicial parece que nada o muy poco ha quedado.
Estamos en un pueblo artificial, uno de los más visitados de Menorca, con el atractivo especial de su blancor y estrechas calles laberínticas entre las que encontramos también una pequeña plaza y la torre de una iglesia; el diseño irregular de las viviendas generalmente de cubiertas aterrazadas o con tejados pintados de blanco y con balconadas, puertas y ventanas de madera, le confieren una particular belleza al pueblo que se extiende bordeando un pequeño acantilado sobre el mar a través de un paseo que termina en un recogido embarcadero con encanto.
Aunque todo es artificial en esta población que recuerda o quiere evocar a los tradiciones pueblos marineros de Menorca, también se puede decir que todo él, en su conjunto, resulta bellamente atractivo y respetuoso con el entorno.
La paz y tranquilidad perseguidas en Binibeca se rompe estrepitosamente en el verano, cuando muchas de las casas son alquiladas u ocupadas por sus propietarios y los turistas llegan a centenares recorriendo con su alboroto las estrechas calles del lugar.
Lo que pretendió ser un pueblo más de la isla, habitado de forma permanente por artistas e intelectuales, ha terminado siendo una gran urbanización poblada de turistas, con vida en los meses de verano y prácticamente deshabitada en los de invierno. Pero llama la atención, y siempre resulta atractivo darse un paseo por Binibeca, relajar la mirada admirando los azules del cielo y el mar y las irregulares paredes encaladas de sus casas, e incluso aprovechar la oferta gastronómica de los restaurantes adyacentes.
González Alonso
*OTRAS FOTOS: BINIBECA EN MENORCA