ALICANTE, CASTELL DE GUADALEST y POLOP

ALICANTE, GUADALEST Y POLOP
18, 19 y 20 de febrero de 2024

ALICANTE48ALICANTE
El tranvía de la ciudad, moderno y bien acondicionado, vertebra las comunicaciones de los barrios modernos de Alicante, residenciales y de hoteles, con el centro histórico de la ciudad. Es cómodo, fácil de usar y de precio asequible. Así que, una vez instalados de buena mañana en nuestro hotel, un rápido viaje en tranvía nos dejará a las puertas del Ayuntamiento, una vez cruzada la avenida que recorre la costa a la orilla del mar con su amplio paseo hasta el puerto. El reloj de la plaza daba las dos y veinte de la tarde y un grupo de música aturdía a los viandantes con la pretensión de llamar la atención sobre el evento y la campaña llevada a cabo en aquel momento. Saliendo de la plaza que marca la altura cero sobre el nivel del mar como referente para medir las alturas de toda España, se abre otra plaza menor, sombreada por palmeras y poblada de terrazas de restaurantes con sus tentadoras ofertas de arroces y platos de mar. Siguiendo el paseo callejeando al azar pasaremos por la plaza de la concatedral de San Nicolás con su pórtico renacentista y la fachada monumental de un muro sin aberturas al exterior para, girando a la derecha un poco más adelante, seguir por la Calle Mayor, peatonal y ocupada en todo el ALICANTE4recorrido por terrazas de restaurantes emplazadas en el centro de la vía. Al final alcanzaremos la Rambla Méndez Núñez con las primeras sorpresas urbanísticas de rascacielos y edificios de los años sesenta, disconformes y sin gracia, hasta llegar a la plaza del Mercado donde se encuentra la estación subterránea del tranvía. La urbe se encuentra construida sobre la planicie costera mediterránea, accidentada por elevaciones y colinas. Su origen es antiguo y fue poblada por griegos, que la llamaron Akra Leuké (Promontorio blanco), cartagineses, romanos que la conocieron como Castrum Album (Fortaleza blanca) y árabes que le dieron el nombre Al-Laqant (La Ciudad). También pervive la influencia de la cultura ibérica, como puede apreciarse en el Museo Arqueológico Provincial.

Hoy día, a los visitantes se les ofrece una historia de la ciudad escogiendo las construcciones, lugares y  monumentos más significativos y de interés arquitectónico; pero lo cierto es que lo que predomina a la vista es la disparidad de construcciones en cuanto a materiales, diseño, alturas y funciones que dan una imagen atropellada de la ciudad en su desarrollo. Hay disparates para todos los gustos y disgustos; algunos, reparables; los más, imposible de dar solución. Algunos aciertos reseñables, es verdad, se pueden encontrar en ALICANTE33edificios de hierro y cristal con fachadas ajardinadas y destinados a hoteles u oficinas. Esta ciudad que hoy se ignora para buscar las explicaciones de la personalidad de Alicante en su historia, será el día de mañana –si las construcciones aguantan- objeto de atención e información por parte de los guías turísticos. Pero hoy el batiburrillo actual se explica por sí solo.

Tras el breve paseo, vuelta a la Calle Mayor y asiento en uno de sus restaurantes. El ambiente está animado de grupos de turistas y estudiantes extranjeros que se entregan con fervor a los platos mediterráneos descubriendo paellas y arroces de toda clase. Sigue leyendo